¿CÓMO ENCARAFAR CORRECTAMENTE UN VINO?
Decantar un vino puede transformar tu experiencia de cata, desarrollando sus aromas y mejorando su estructura. Ya sea para un vino tinto joven o para una cosecha más vieja, seguir los pasos adecuados es fundamental para aprovechar al máximo cada gota. Aquí tienes la guía paso a paso para un carafing perfecto.
1. Comprenda el propósito de la carafaga
- Aireación : En vinos jóvenes, suaviza los taninos y libera los aromas.
- Deposición : Para vinos más viejos, esto separa el vino del sedimento.
Cómo entender el propósito de la decantación: En los vinos jóvenes, esto suaviza los taninos y libera aromas. Para vinos más viejos, esto separa el vino del sedimento. En general, decantar también ayuda a reducir la acidez y equilibrar los sabores.
2. Elija la jarra adecuada
- Forma : Base ancha para vinos jóvenes, cuello estrecho para vinos añejos.
- Material : Elija vidrio o cristal por su neutralidad y claridad.
3. Preparación del Vino
- Temperatura : Asegúrate de que el vino esté a la temperatura ideal antes de decantarlo.
- Inspección : Para vinos añejos, comprobar el depósito acumulado en la botella frente a una fuente de luz.
4. Decantar el vino joven
- Apertura : Quitar el papel aluminio y descorchar con cuidado.
- Vierta : Incline la jarra y vierta el vino lentamente para aumentar el contacto con el aire.
- Tiempo de ventilación : Dejar respirar durante al menos 30 minutos a 2 horas.
5. Decantar el vino añejo
- Abrir con cuidado : Utilice un sacacorchos de calidad.
- Decantar : Bajo una fuente de luz, verter gradualmente hasta que aparezca un depósito.
- Servir rápidamente : Los vinos añejos no deben reposar demasiado tiempo después de su decantación.
6. Consejos adicionales
- Limpieza : Es imprescindible lavar la jarra inmediatamente después de su uso.
- Selección : Recuerda que no todos los vinos son para decantar, evalúa con atención.
¿Por qué no decantar un vino añejo?
Decantar un vino añejo es un asunto delicado, y en muchos casos ni siquiera es recomendable. A continuación te damos algunos motivos por los que dudamos en decantar un vino añejo:
- Depósito blando: Los vinos que se dejan durante mucho tiempo, especialmente los vinos tintos, tienden a formar un depósito blando con el tiempo. Está formado por partículas sólidas del vino, como taninos y sedimentos. Por tanto, la decantación podría alterar este depósito y mezclarlo con el resto del vino, alterando la claridad y pureza del líquido.
- Fragilidad de los Aromas: Los aromas más sofisticados y complejos de un vino añejo pueden resultar frágiles. La exposición al aire, junto con el proceso de decantación, puede acelerar el proceso de oxidación y, a su vez, la delicadeza de los aromas del vino.
- Textura y equilibrio: La mayoría de los vinos añejos han logrado, posiblemente, un delicado equilibrio entre componentes variados como taninos, acidez y dulzor debido a su exposición prolongada al aire. La sobreexposición al aire podría alterar este equilibrio y provocar una textura menos armoniosa en la boca.
- Preservar la calidad: Y en algunos vinos añejos, ya han madurado en calidad, y los beneficios de la aireación pueden ser mínimos en comparación con el potencial de oxidación y alteración de los depósitos.
Eso sí, ten en cuenta que cada vino es diferente y algunos pueden romper las reglas, dependiendo del vino y su estado.
Si estás pensando en decantar un vino añejo, es recomendable que lo hagas con cuidado y teniendo en cuenta las características específicas de ese vino en concreto.
Se puede decidir si el vino se beneficiaría de la aireación o si es mejor simplemente servirlo de la botella. En definitiva, la decisión de decantar o no queda a criterio de quien bebe el vino, como debe ser, y todo depende de cómo se encuentre el vino en cuestión en el momento de ser elaborado.
Recuerda que la paciencia y la delicadeza son las claves para una decantación exitosa. Siguiendo estos consejos, cada botella podrá revelar toda su expresión, para el placer de tus sentidos. ¡Hola! 🍷